Las piscinas se han convertido en puntos de reunión de muchas personas durante el verano. Barrios enteros, gente de todas las edades, se unen en las piscinas para escapar del calor en ciudades o pueblos de interior. Esto, mezclado quizás con el exceso de tiempo en vacaciones, ha causado que se generen alrededor de las piscinas todo tipo de historietas y leyendas. Desde Iraqua, como profesionales de la construcción y mantenimiento de piscinas en Vigo, queremos recopilar estos mitos y leyendas y, de paso, desmentir algunos de ellos.
Mitos y leyendas más famosos sobre las piscinas
Algunas muy antiguas, como los famosos cortes de digestión, y otras más modernas, como el supuesto producto químico que delata a los “meones”. Las piscinas están rodeadas de varios mitos que en muchas ocasiones nos llevan al debate en las tardes veraniegas.
El temido corte de digestión
No existe como tal. Son los padres, nunca mejor dicho. ¿Quién no ha tenido que esperar pacientemente 1 hora después de comer para que su madre lo dejase bañarse? Por una vez, podemos decirle que nosotros teníamos razón. Los cortes de digestión por meterse en el agua después de comer son una leyenda. Lo que puede causar indigestiones es, como mucho, el shock térmico. Un cambio de temperatura brusco puede sentarnos mal, pero no está relacionado con si hemos comido o no. Lo recomendable es, cuando haga mucho calor y la piscina esté fría, meternos poco a poco.
El cloro pone el pelo verde
Si tienes el pelo rubio y te bañas mucho, el pelo se puede poner verde. No es un mito. Es cierto que el exceso de baño puede tener este efecto, pero no es por el cloro. Los responsables son los metales que se acumulan en el agua. La solución es muy sencilla: al salir de la piscina, enjuágate el pelo en la ducha. Con esto, debería bastar para evitar el indeseado color verde.
Las piscinas de los niños están calientes por la orina
Falso. Para calentar una piscina a base de pis harían falta miles de litros. Las piscinas de los niños están más calientes porque son más pequeñas y menos profundas. Reciben la misma energía que las grandes, pero la distribuyen en menos litros de agua.
El cloro pone los ojos rojos e irrita la piel
Muchas personas muestran estos síntomas al salir de la piscina. Efectivamente, el cloro puede influír, pero no es el principal culpable. La explicación real no es apta para personas aprehensivas: la causa de la irritación es el ácido úrico, cuya fuente es la orina humana. Y es que el 19% de los adultos reconocen hacer pis en las piscinas… Así que si notas que tus ojos se enrojecen mucho o que se te irrita la piel, ya sabes: es hora de limpiar.
El líquido que te delata si haces pis
No existe. Es una invención de origen desconocido, aunque caló mucho en la población hace unos años. Poco a poco, la mayor parte de la gente ya sabe que no es verdad, aunque visto lo visto, ¡quizás debería inventarse!
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